lunes, 27 de octubre de 2014

Asco, pena, miedo y mucha decepción

     No son nuevas esas sensaciones, pero en los últimos años, meses y días se han agudizado con los últimos acontecimientos de la vida sociopolítica de nuestro país y alrededores.

     Asco. Con lo que estamos conociendo sobre la corruptela de políticos, sindicalistas y famosetes, me parece increíble que no haya más, muchos más, en prisión. Si pensáis un poco, sólo un poco, os daréis cuenta de que la mayoría de los peces gordos que han chupado del bote durante muchos años están de rositas en la calle. Hoy leí un comentario de un juez, no me acuerdo cuál, que decía que el código penal está pensado para el ladrón de gallinas, no para el gran defraudador. Y es verdad. Algunos de ellos están pendientes de juicio, otros han sido condenados con una irrisoria cantidad de años de prisión y otros han evitado la prisión de forma "increíble": Urdangarín, Fabra, Camps, los sindicalistas andaluces y sus bolsas de dinero, Villa y los mineros,.... No apruebo el robo o hurto común, pero ¿qué ejemplo dan los "señores" de la alta sociedad a la plebe? No me extraña que alguno se anime a delinquir: el rico, porque sabe que es casi inmune, y el pobre, por creer, erróneamente, que la justicia es igual para todos y le van a aplicar la de los ricos. No hace falta que les impongan una condena ejemplar, no. Tan sólo que los condenen como si fueran ciudadanos normales. Que la justicia no trata igual a unos que a otros es sabido desde el inicio de la humanidad, pero lo que ocurre últimamente es sangrante.


     Pero después de ver los apoyos populares a Isabel Pantoja y las manifestaciones para evitar el ingreso en prisión, otras manifestaciones para que el equipo de fútbol de tu ciudad no lo bajen a 2ªB,... llego a la conclusión de que tenemos lo que merecemos. Nosotros mismos, las clases bajas y medias, sustentamos a las altas y mantenemos sus privilegios. Si le preguntas al 99,99 % de la población si conoce a Tesla (por citar a alguien), te preguntará de forma inmediata que en qué equipo juega, sin saber que fue uno de los científicos más importantes de la historia.

     Pero bueno, ricos y con poder hay pocos, en proporción al resto de mortales. Personalmente, además de desear que fueran honestos (ja), desearía que no tuvieran influencia alguna en mi vida, pero por su culpa ha habido recortes salariales, de derechos, de becas, de subvenciones a personas necesitadas, recortes en sanidad, educación, investigación,....

    Pena. Hace años, cuando acabé mis estudios, deseaba de todo corazón tener la oportunidad de trabajar como investigador. Pero mis sueños fueron disipados rápidamente y tuve la lucidez suficiente como para darme cuenta que me había equivocado, que este país, a finales de los 90, no invertía en investigación y que tenía que buscarme las habichuelas en otro lado. Otros fueron más optimistas/osados y ahora son peones de albañil, realizan labores de mantenimiento para algún ayuntamiento, becarios con 40 años,... Y eso fue en los 90; hoy en día estamos mucho peor. Hay reducciones drásticas en investigación, despido de científicos, cierres de laboratorios,... Pero como somos muy buenos y muy machos nos traemos a los españoles enfermos de ébola para ser tratados aquí, sin medios, sin personal cualificado para hacer frente a esa enfermedad y enviando las muestras a laboratorios extranjeros. El grado de desarrollo de un país se mide por su capacidad investigadora, y señores....¡damos pena! No por que no haya gente cualificada, sino porque los que hay se ven obligados a emigrar si no quieren engrosar las filas del paro. España no puede vivir sólo del turismo, por muy buen tiempo que haya por Levante y por el Sur.
     Las sociedades como la nuestra están abocada a la ignorancia más profunda si no hay un cambio de tendencia y dejamos de ser dirigidos por una panda de ineptos. Ambas cosas se me antojan muy complicadas de resolver porque se retroalimentan. Una sociedad ignorante es fácilmente manipulada por la clase dirigente, como ya ocurrió en un pasado no muy lejano.
     No tengo nada que reprochar a los que profesan una fe, salvo que se opongan a la razón, pero creo que nadie duda que las manifestaciones y exaltaciones religiosas ocurren con más frecuencia en los países menos avanzados, entre los que nos encontramos, con nuestros "hermanos" sudamericanos, filipinos y países musulmanes en general.


Miedo. Lo peor de todo es que no veo alternativa. En época de preelecctoral todos los partidos quieren vender una imagen que no han tenido durante los tres años anteriores: los que gobiernan ven brotes verdes, otros venden humo, la oposición cambia la correa al mismo perro y otros son aún desconocidos por ser recién llegados. Lo malo es que los "viejos" no aprenden la lección, y cuando ven peligrar su asiento se unen entre ellos para tratar de convencer a la plebe que la alternativa es el diablo. ¿No sería mejor que hicieran autoanálisis y cambiaran en lo que han fallado, que dejaran de criticar al rival y gastaran las energías en mejorar? No sé quién será mejor o peor, pero lo que sé es que haciendo lo de siempre van a conseguir perder más votos. ¿No se dan cuenta del descontento de la gente? Lo raro es que no haya una revuelta, pero claro, en España nos alegramos de las desgracias ajenas y no hacemos nada hasta que nos toca a nosotros. El gobierno ha sido inteligente recortando: primeros a unos, luego a otros,.... y nunca todos a la vez. Pero... y los parados ¿no se movilizan? ¡País de pandereta y castañuela!

Decepción. Y mientras tanto la banca española sale reforzada y con nota a costa de los sacrificios de los españoles. Los ingredientes que hay actualmente en la sociedad española son propicios para una revuelta y sin embargo nos cruzamos de brazos y consentimos que los políticos (no todos, eh) nos sigan robando y tratando como simples estadísticas. ¿Qué es para ellos un desahucio? Un dato. Pero detrás está el sufrimiento de un padre o madre que tienen que abandonar su vivienda, pedir limosna en la calle y contarle mentiras a sus hijos para que no se avergüencen de ellos. Los caso de corrupción deberían tratarse penalmente como corresponda, pero internamente (partidos políticos, sindicatos,...) deberían posicionarse y criticar abiertamente a sus compañeros. ¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué no devuelven todo lo apropiado? Es como darse cabezazos contra una pared de hormigón. La crisis ha hechos a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, y encima éstos están siendo tratados como subnormales. Menos mal que empezó la Liga y ya hay de qué hablar.... 

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