martes, 8 de enero de 2013

RENFE y FEVE: el fin del romanticismo

     La actual crisis se está llevando por delante esperanzas, ilusiones y sueños. Es una auténtica pena que FEVE, los trenes de vía estrecha, haya desaparecido, ahora dependerá directamente de RENFE. Dicen que no van a quitar líneas, que sólo van a reducir frecuencias, pero todos sabemos que un servicio deficiente está condenado a desaparecer ante la multitud de alternativas más rápidas, baratas y flexibles.

     FEVE daba servicio sobre todo a las zonas rurales del norte de España y alguna zona de Levante pero con la reducción de población de los pueblos y la existencia de otras formas de transporte alternativo era cuestión de tiempo que desapareciera. La alternativa hubiera sido la reestructuración y modernización de las líneas, supresión de apeaderos poco frecuentados para reducir tiempo de viaje y la promoción, pero por lo visto eso no se barajó o no cuajó. Y RENFE, si no se espabila, va por el mismo camino. De momento ya se escindió en RENFE Operadora y Adif.




     Mi vida no la entiendo sin el tren, no en vano puedo decir que he hecho más de 150.000 km en este fantástico medio de transporte, gracias a que mi padre era ferroviario de RENFE, "visitador" para ser más exactos. Su cometido era revisar los convoyes de mercancías a su llegada al taller y tratar de reparar las averías leves que presentaran y, las que no pudiera solventar, derivarlas a otro taller más especializado.

     A los trabajadores de RENFE se les facilitaba un carnet con el que podían viajar de forma ilimitada y gratuita y a cada familiar se le proporcionaba un documento denominado "kilométrico" con el que el titular podía viajar hasta 5000 km de forma gratuita en RENFE o en FEVE. En su interior se anotaba el origen y el destino y se iban sumando los kilómetros hasta llegar a 5000, ¿parecen muchos? pues no creáis. Yo siempre los agotaba y tenía que utilizar el de mi madre o hermana, lo cual estaba permitido. Posteriormente, ya a finales de los 90, desapareció el kilométrico y lo sustituyó la tarjeta ferroviaria, con kilometraje ilimitado. En los trenes de larga distancia, TALGOS y similares, había que pagar algo, pero no recuerdo cuánto.



     Los primeros años viajábamos muchísimo, sobre todo hacíamos el trayecto Gijón - Perlora (en FEVE); recuerdo que los trenes iban abarrotados, teníamos que ir todo el viaje de pie, y al llegar a Perlora, tras unos 20 minutos de ilusión y ansia por llegar, se bajaban la mayoría de los pasajeros hacia un mismo destino: la playa. El regreso era similar, aunque el cansancio tras un día agotador hacía que fuéramos más calladitos.

     Mi padre era muy aficionado a la pesca de río, afición que me contagió. Antes de ir a pescar debíamos ir a por cebo. Uno de los mejores cebos que hay para la pesca de la trucha es el "coco del maíz", una larva de la mariposa nocturna Agrotis segetum, la cual se alimenta de la pulpa de la caña del maíz. Una de las mejores zonas de Asturias para el cultivo del maíz, y por consiguiente para recogida de estas larvas, es la zona de Pravia ¿Adivináis cómo íbamos hasta Pravia? Pués sí, en tren. Recuerdo que se me hacía el viaje interminable, paraba en muchas estaciones pero no había ninguna en la que no subiesen o bajasen pasajeros. Una vez, ya de regreso a Gijón, se aflojó la tapa de uno de los botes que contenían las citadas larvas y unas 30 ó 40 lograron salir antes de que nos percatáramos. Creo que las recuperamos todas.



     Durante mi época de estudiante en la Universidad de Oviedo, viajé en ALSA unas 3 ó 4 veces, los cinco años restantes fui en tren. En poco más de media hora te plantabas en la capi, y por supuesto gratis. Los trenes iban a rebosar. La estación con más trasiego de pasajeros era Lugo de Llanera, población cercana a Oviedo y que tiene la suerte de disponer trenes a Oviedo cada muy poco tiempo, ya que por sus vías circulan los trenes procedentes de Gijón y de Avilés.

     Posteriomente hice bastante uso de la línea Gijón - Madrid - Linares-Baeza (Jaén), ya sin la tarjeta ferroviaria al estar independizado. El último viaje largo que hice en tren fue el año pasado: Huelva-Sevilla-Madrid-Gijón y regreso en doce horas interminables, sobre todo esperando la combinación en Atocha.

     ¿Qué futuro veo en el ferrocarril? Lo veo oscuro tirando a negro. ¿Qué pasará con un viajero que tenga que ir de Gijón a León a una hora determinada? ¿o a Oviedo? ¿o a Luanco? La supresión de frecuencias es  la muerte del tren. En Huelva, donde resido actualmente, el tren recorría toda la costa hasta Ayamonte, pero la aparición de líneas regulares de autobuses y camiones, con más frecuencia y más baratos, hizo que el ferrocarril dejara paso al transporte por carretera.

     El tren que parece estar de moda es el de alta velocidad, por cierto a precios prohibitivos para una familia. Hoy inauguraron el AVE Barcelona - Girona, el mismo día en que el tren más rápido entre Gijón y Madrid, el ALVIA, tardó ¡9 horas! Por una avería. De vergüenza..... 



   

1 comentario:

  1. Yo también agotaba el Kilométrico mientras estudié la carrera en Madrid. Qué nostalgia!!!

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