domingo, 24 de febrero de 2013

Sé lo que estás pensando, de John Verdon

     Cuando empecé a leer este libro no sabía de qué trataba ni la critica que tenía, aunque tras leer las primeras páginas te queda claro que es una novela policíaca muy al estilo americano (USA).

     Un detective jubilado investiga las extrañas poesías que le están llegando por correo postal a un amigo suyo, el cual se siente amenazado y con razón, porque no tardando mucho la palma en condiciones rocambolescas.

    Lo extraño del caso es el supuesto poder paranormal que tiene el asesino, el cual, y por dos veces, solicita a su víctima que elija un número al azar, tras lo cual el malo lo adivina y además le dice que conoce todo sobre su vida y si quiere saber más detalles de lo que sabe le tiene que enviar cierta cantidad de dinero a un apartado de correos.

     Esta tortura psicológica finaliza con la muerte del amigo del poli,  tras recibir un disparo en el cuello y recibir varias cortes con una botella de whisky en el cuello. En el lugar del crimen aparecen pistas dejadas voluntariamente por el asesino y que vuelven locos a los polis encargados de la investigación. Menos mal que está ahí el poli retirado para echar una mano....

    En las mismas condiciones extrañas aparecen otras personas asesinadas, por lo que los agentes de la ley suman 2 + 2 y ven una posible relación entre todas las víctimas.

     El libro empieza fuerte pero a medida que se van despejando las incógnitas de las poesías amenazadoras y los misterios sobre las pistas dejadas en la escena del crimen, la historias pierde mucha intensidad y acaba como siempre: malo listo y sanguinario durante todo el libro que acaba haciendo el gilipollas y la palma cuando tiene todo a favor. Este tipo de malos me recuerdan a Dr. Heins Doofenshmirtz, el de Phineas y Pherb.

     Lo mejor: los "puzzles" que deja el asesino y los vestigios encontrados en los lugares donde se encontraron a las víctimas y cómo el poli les encuentra una explicación.

     Lo peor: ¿un poli de homicidios jubilado con 47 años? Luego hablan de crisis. No, en serio, hay muchos cabos sueltos y cosas que entran a calzador para que la historia tenga algo de sentido. Parece como si el escritor tuviera prisa por acabar el libro pero sin el como. Puedo asegurar que las mujeres de los polis no viven tan solas y angustiadas como la de este poli retirado.

     No creo que lo vuelva a leer nunca, le doy un cinco y sólo por lo expresado en "lo mejor". 





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